Nietzsche dijo alguna vez que no debemos confiar en ninguna idea que hayamos tenido estando quietos. Hace más de un año que hago terapia caminando y definitivamente es lo mío. Ayer pensé que tal vez la experiencia de un curso, de una formación, podría tener un formato parecido. Así que estoy dispuesto a probar ¿Qué busco? Lograr lo mismo que encontré en la terapia andante: embotarnos menos (piensen en brisa y pasto), fijar mejor los insights (por asociarlos a lugares o momentos mucho más individualizables) y ganar foco (no sé cómo sucede, pero al menos a mí me sucede).
La idea es la siguiente. Normalmente facilito cursos que tienen entre 16 y 20 personas. Hice algunos de 6 y algún otro de 35, pero no fue lo ideal para el ambiente clásico y estático de un salón. Ahora, creo que no hay forma de que conversen mientras caminan más de 4 personas, por lo que en principio haría estos cursos solamente para 3 participantes. Quiero probar esto para el curso que más disfruto y conozco: el mal llamado Certified ScrumMaster (CSM), que en los hechos es una introducción profunda a la filosofía ágil. Estaríamos 2 días conversando, casi siempre caminando, a veces sentados en alguna plaza. En caso de lluvia torrencial, claro está, buscaríamos cobijo en un bar o algún otro refugio.
¿Interesado? ¿Intrigado? ¿Alentado? Por favor escribile a Paz Andrade a paz@liqueed.org
A ver qué sale.